Nuestro hogar, el planeta tierra inicia otra etapa en su proceso transformación y con él todos los seres que lo habitan. La madre tierra comenzó su trabajo de parto para dar a luz a nueva generación de hombres y mujeres que recogerán los frutos de su sabiduría ancestral, de su conocimiento más profundo. En todas las tradiciones más antiguas se escuchan los ecos que nos invitan a fundirnos con la unidad, con la nueva realidad que se está manifestando, con el misterio que encierra la existencia.
domingo, 28 de junio de 2009
sábado, 27 de junio de 2009
Para el guerrero el único conocimiento útil es el que tiene la capacidad de transformarlo. Por está razón el conocimiento con corazón le ayuda a enfrentarse y trascender los límites de si mismo. Sin embargo, el conocimiento que produce la transformación resulta de la indagación propia y honesta consigo mismo.
El guerrero es el único capaz de romper con las estructuras sociales y las tradiciones que someten al hombre, porque él está adherido a estas. Él hace parte de ellas en todas sus formas y dimensiones. La manera más práctica de destruirlas es trabajar impecablemente con él mismo.
La responsabilidad del guerrero “no es tragar entero”. El intelecto puede jugarle malas pasadas. La ideología, los argumentos por más sofisticados que sean, pueden ser distracciones útiles sólo para tomar posiciones y partido de causas sin sentido. El guerrero debe sopesar. El contiene el poder personal para evaluar y ver si los argumentos tienen o no corazón. El guerrero debe discernir con profundidad. Tiene la energía para ello. Cuando ve en profundidad el intento le muestra la verdad. La verdad se muestra así misma para el guerrero que va más allá de los opuestos. El guerrero debe contrastar todo con su propia realidad y experiencia. Debe ir más allá del pensamiento. Para el guerrero el pensamiento es un velo, que debe ser trascendido con la energía del discernimiento.
El guerrero es el único capaz de romper con las estructuras sociales y las tradiciones que someten al hombre, porque él está adherido a estas. Él hace parte de ellas en todas sus formas y dimensiones. La manera más práctica de destruirlas es trabajar impecablemente con él mismo.
La responsabilidad del guerrero “no es tragar entero”. El intelecto puede jugarle malas pasadas. La ideología, los argumentos por más sofisticados que sean, pueden ser distracciones útiles sólo para tomar posiciones y partido de causas sin sentido. El guerrero debe sopesar. El contiene el poder personal para evaluar y ver si los argumentos tienen o no corazón. El guerrero debe discernir con profundidad. Tiene la energía para ello. Cuando ve en profundidad el intento le muestra la verdad. La verdad se muestra así misma para el guerrero que va más allá de los opuestos. El guerrero debe contrastar todo con su propia realidad y experiencia. Debe ir más allá del pensamiento. Para el guerrero el pensamiento es un velo, que debe ser trascendido con la energía del discernimiento.
miércoles, 24 de junio de 2009
A modo de preámbulo....
La historia de la sociedad actual está marcada por el desarrollo inusitado del progreso tecnológico, el control y dominio de las fuerzas naturaleza, una comprensión más profunda del origen de la vida, y el predominio de la razón como un medio para aproximarse y explicar la realidad. Sin embargo, más allá de los grandes logros científicos y los progresos materiales, la sociedad moderna aún no está habilitada para solucionar los problemas más básicos que afecta la vida cotidiana de los individuos. La violencia, la contaminación, la pobreza y el abuso de poder, en todas las escalas sociales, son sólo manifestaciones de una problemática más honda que atañe a la ausencia de sensibilidad del hombre con su entorno.
Esta ausencia o más bien pérdida de sensibilidad, está estrictamente relacionada con la construcción de un conocimiento impersonal que ha fragmentado la vida de las personas y soportado la visión de mundo de los individuos. En otras palabras, los sistemas de creencias y de interpretación de la realidad cimentados bajo la estructura de la razón, si bien han permitido aproximarse a una comprensión global y mecánica del mundo, han soslayado la estrecha conexión que existe entre el hombre consigo mismo y con la naturaleza. Esto ha traído como consecuencia, la pérdida de la capacidad de percibir la realidad por su propia cuenta, de resolver sus contradicciones a partir de la comprensión profunda de sí mismo y de establecer una relación más equilibrada y sana con su entorno.
Los sistemas basados en la razón, como medio interpretativo de los fenómenos, han contribuido en la separación dual de la realidad en dos dimensiones en completa contradicción: sujeto y objeto , el yo y el mundo, lo objetivo y lo subjetivo, etc. En este sentido, el pensamiento ha erigido un velo entre lo que creemos que somos y nuestra verdadera naturaleza . Este velo está condicionado por las construcciones del intelecto, que sólo permite comprender lo que sus estrechas fronteras definen. Ello inevitablemente forja una realidad limitada y condicionada por el pensamiento. Por lo tanto, lo que entendemos por realidad se filtra a través de la fina capa que se ha tejido a partir del intelecto...
Carlos
La historia de la sociedad actual está marcada por el desarrollo inusitado del progreso tecnológico, el control y dominio de las fuerzas naturaleza, una comprensión más profunda del origen de la vida, y el predominio de la razón como un medio para aproximarse y explicar la realidad. Sin embargo, más allá de los grandes logros científicos y los progresos materiales, la sociedad moderna aún no está habilitada para solucionar los problemas más básicos que afecta la vida cotidiana de los individuos. La violencia, la contaminación, la pobreza y el abuso de poder, en todas las escalas sociales, son sólo manifestaciones de una problemática más honda que atañe a la ausencia de sensibilidad del hombre con su entorno.
Esta ausencia o más bien pérdida de sensibilidad, está estrictamente relacionada con la construcción de un conocimiento impersonal que ha fragmentado la vida de las personas y soportado la visión de mundo de los individuos. En otras palabras, los sistemas de creencias y de interpretación de la realidad cimentados bajo la estructura de la razón, si bien han permitido aproximarse a una comprensión global y mecánica del mundo, han soslayado la estrecha conexión que existe entre el hombre consigo mismo y con la naturaleza. Esto ha traído como consecuencia, la pérdida de la capacidad de percibir la realidad por su propia cuenta, de resolver sus contradicciones a partir de la comprensión profunda de sí mismo y de establecer una relación más equilibrada y sana con su entorno.
Los sistemas basados en la razón, como medio interpretativo de los fenómenos, han contribuido en la separación dual de la realidad en dos dimensiones en completa contradicción: sujeto y objeto , el yo y el mundo, lo objetivo y lo subjetivo, etc. En este sentido, el pensamiento ha erigido un velo entre lo que creemos que somos y nuestra verdadera naturaleza . Este velo está condicionado por las construcciones del intelecto, que sólo permite comprender lo que sus estrechas fronteras definen. Ello inevitablemente forja una realidad limitada y condicionada por el pensamiento. Por lo tanto, lo que entendemos por realidad se filtra a través de la fina capa que se ha tejido a partir del intelecto...
Carlos
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