jueves, 17 de enero de 2013

Fractales de la Creación

Somos producto de la creación y evolucionamos como fractales. Una de las propiedades fundamentales de los fractales es que tienden a repetirse infinitesimalmente a partir de una única estructura básica. Por tanto, las partes y estructuras más finas y pequeñas de los fractales son reflejo de sus partes más grandes. Otra de las características más representativas de los fractales es su interconexión con una matriz más grande. Es decir, los fractales no se encuentran separados entre sí, están sostenidos por estructuras grandes de similar naturaleza. La idea de evolucionar como fractales me parece muy atractiva, debido a que me sirve de analogía para explicar cómo estamos replicando la perfección de manera infinita y eterna. La inteligencia, la creatividad y la sabiduría es reflejo de una estructura básica más elevada que opera con armonía y sincronía. Somos fractales de la creación, somos una espiral danzante ligada a la perfección, a la belleza y verdad universal y espiritual. Como los fractales somos espejos de nosotros mismos. Somos espejos y reflejo de la misma creación.   








miércoles, 16 de enero de 2013

El Poder Personal

En estos días, en medio de mis reflexiones, había sentido insistentemente que debía recuperar mi poder personal. Sentía que lo había perdido en medio de mis propios conflictos, emociones encontradas y contradicciones. Pensaba que recuperar esa energía implicaba que todo iba regresar a su sitio. Estaría más atento a mi mismo, más creativo, más optimista y retornaría la paz interior a mi ser; y fluiría como antes lo solía hacer. Estaba seguro que eso era lo que necesitaba, y hacia allá debía dirigir todos mis esfuerzos, aunque ellos se vieran minados por mis propias contradicciones.
Después de meditar, un par de veces, comprendí que ese poder siempre ha estado conectado conmigo. Está siempre unido a mi. Es decir, uno no puede recuperar lo que nunca ha pérdido. Ese poder es infinito e inagotable, pero se activa cuando soy conciente y presente en este momento. Es como si ese poder creativo estuviera viviendo y expresándose permanentemente en mí. No es necesario esforzarse, pues ese poder personal surge espóntaneamente, cuando reconocemos que somos parte integral de él.
En el poder personal está contenido todo lo que somos. Todos nuestros talentos y potencialidades son producto de él. Cómo somos reflejos de la creación misma, poseemos las mismas condiciones latentes, pero ni siquiera hay que desarrollarlas, porque ya estamos listos para expresarlas. Estamos sintonizados con la misma creación, sólo hay que reconocer desde el corazón que existimos y lo seguimos haciendo producto de la materialización de ese poder creativo. Eso es lo que nos conecta a unos con otros. Somos una unidad.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Después de una semana agitada emocionalmente, he logrado sentarme a meditar con más frecuencia. El resultado es increíble. Mi mente se encuentra en completa calma y soy capaz de identificar y observar cada pensamiento que surge, de manera pausada. Observo cuan sobre identificado estoy con ciertas situaciones, personas o circunstancias. No obstante, son sólo impresiones, imágenes con un tinte emocional. Ahora comprendo con mayor profundidad que el apego y la identificación a estas imágenes mentales surge debido a que están impregnadas de emociones. Por esta razón es clave observar, no sólo los pensamientos, sino también las emociones que están asociadas e involucradas con cada imagen que aparece en la pantalla mental.

Las imágenes y pensamientos más recurrentes tienen un contenido emocional muy fuerte y marcado. Las imágenes con mayor sensación de placer y bienestar son más fáciles de evocar, pero también pueden reforzar hábitos, obsesiones y patrones de conducta. Entre tanto, los pensamientos asociados a sensaciones de dolor los evitamos a toda costa. La evasión no permite que las emociones se expresen naturalmente y contenerlas puede desembocar en un mayor dolor futuro.

En ese sentido, veo que es necesario que las emociones fluyan bajo su propio cauce, sin necesidad de la intervención del pensamiento. La analogía más clara es la proyección de una película (imágenes) con una banda sonora (emociones). ¿Es posible escuchar con mayor atención la música que observar nuestros pensamientos? ¿Es posible disfrutar la película sin necesariamente identificarnos con ella…?

miércoles, 12 de agosto de 2009

La observación atenta de los pensamientos, sentimientos y sensaciones nos permite conocer cómo operamos internamente y comprender la naturaleza de la mente. Las motivaciones, aprensiones, deseos e impulsos que generan contradicciones emergen a partir de la intervención del pensamiento.

El pensamiento y las ideas son producto de la memoria. Son impresiones e imágenes que moldean y condicionan nuestra manera de ver el mundo. El problema surge cuando la intervención del pensamiento no nos permite comprender la verdadera naturaleza de la experiencia. Es decir, el pensamiento se puede tornar en un obstáculo que nos impide experimentar la vivencia pura del presente, puesto que es capaz de fraccionarla en pasado y futuro. En este sentido, el pensamiento se trasforma en una manera de evadir la experiencia del presente. La construcción instantánea de imágenes basadas en el pensamiento es una reacción de nuestra mente para evitar que nos integremos con el presente. Nuestro ‘yo’ desea a toda costa, evitar que nos fusionemos con el instante porque pierde su propia esencia, que está cimentada en la división y la dualidad.

viernes, 31 de julio de 2009